Como este año vamos a consagrar el monográfico del Centro de Interpretación del Torico (CIT), a uno de los elementos más importantes de nuestros festejos de agosto: la música, queremos dedicar el primero de los artículos con los que queremos inaugurar una nueva temporada de nuestro blog, al origen de la música sinfónica en nuestro pueblo; una modalidad esencial, también, como la popular, en nuestras fiestas (ambas complementarias).
Así, podemos destacar que, aunque la primera foto de una banda de música local es de 1865, parece que los primeros datos escritos que aludirían a una corporación de música sinfónica chivana los encontramos 15 años antes, en 1850. En concreto, el documento aludido sería el Libro Devocionario para dar culto a Nuestra Señora del Castillo de Chiva, escrito por el Dr. Antonio Cervera, capellán, entonces, de la ermita del Castillo.
En este manuscrito aparecen diferentes oraciones y jaculatorias a la “Morenica”; explica el milagro de su aparición a un pastor en el cerro donde se levanta la fortificación y diferentes gozos y oraciones de la novena a la Virgen. Además, incluye otros gozos a nuestra patrona compuestos por Vitorino Ximeno Mayor, cirujano de Chiva.
Por una parte, el autor subraya al final del relato de la aparición: “Esta traslación yo el Doctor Antonio Cervera, Capellán de esta Hermita a los más ancianos de la Villa, y entre otros, al Excelentísimo Marqués de Aytona, Don Guillermo de Moncada, y cordial devoto de esta Santa Imagen, el que hizo escrutinio para componer los gozos que hoy se cantan y los compuso su Excelencia y el Padre Fray Josef Lahuerta, predicador de Chiva”.
Pero en esta ocasión, lo que nos interesa es la parte de la narración cuya lectura evidencia la existencia de esta agrupación autóctona. Así pues, en la Memoria religiosa, leemos:
“Con motivo de las ocurrencias políticas de mil ochocientos treinta y seis, la imagen de nuestra Señora del Castillo, se trasladó a la Parroquial Iglesia de esta Villa de Chiva, en la cual permaneció algunos años. Terminadas aquellas, como siempre sucedía, en obsequio a tan bella imagen, se le hacía una fiesta anual, pero no con aquella esplendidez, luxo y demás circunstancias que se requieren para completar el glorioso día del Nacimiento de María. Calmados en algún tanto los ánimos políticos, los fieles devotos componentes de la cofradía de dicha imagen la obsequiaban ya con más esmero: y así sucesivamente en los años siguientes… llegó el año mil ochocientos cincuenta y día ocho de Septiembre de la Natividad Virginal, y su Clavario y Mayorales que se nombrarán después coordinaron su fiesta anual con magnifisencia christiana.
A su Clavario (que no puedo menos de referirlo), le aconteció una enfermedad mortal, y en sus padecimientos imploró el ausilio Virginal ofreciendo a nuestra Señora del Castillo una fiesta solemne si recuperaba la saludo. Así sucedió: y en dicho año fueron nombrados directores de la misma José Calve de Valencia, como a Clavario, y Blas García y Manuel Rodrigo de Chiva compañeros o Mayorales del primero, los quales celebraron la fiesta cuyo magnífico aparato, misterios de que se componía, símbolos geroglíficos, y demás preparativos paso a relatar.
Primeramente, magnífico pasacalle por la Corporación Lírica practicado al toque de oraciones del día anterior y siguientes.
Suntuoso arco triunfal adornado con damascos carmecinos y a los costados y centro del mismo leíanse diferentes décimas dedicadas a la efigie en obsequio a tan glorioso día.
Vuelta Religiosa en la que se representaban varias danzas pastoriles, los quatro Reyes Godos, Misterio de San José en su huida a Egipto, cordinada con sus banderolas encarnadas, precediendo el tabal y dulçaina, carro triunfal, en el que se veían la Diosa Venus, y dos Angeles de su custodia. Vanda Militar y correspondiente piquete de guardia Civil vestidos de gala. Misa cantada con orquesta titulada la de Andreví, compuesta de violines, flautas, clarinetes, bajos, y tres voces; sermón del Día …”.
Debido al formato de nuestros artículos, aprovecharemos el blog del Centro de Estudios Chivanos (CECH), para seguir comentando algunos aspectos históricos que nos llaman la atención en este texto del siglo XIX que hace alusión a las fiestas en honor a la Morenica, como el que hemos destacado aquí: la intervención en éstas de nuestra banda de música.
JCM
Centro de Interpretación del Torico (CIT)