No podemos más que celebrar que, de alguna manera, el Centro de Interpretación del Torico (CIT), participó en el acto entrañable que se celebró el pasado 6 de julio en el colegio Dr. Corachán. En dicho evento cuatro de los nietos del doctor que, en su día, donó los terrenos para que se construyera este centro educativo, entregaron a la directora del mismo, Esther Sancho, un magnífico cuadro que representa al insigne chivano, en la entrada del Hospital de la Santa Cruz de Barcelona. De esta forma los hijos de Herminia Corachán Graells, cumplían la voluntad de su madre de que este espectacular óleo, que pintó el reconocido artista catalán Ricard Canals en los años veinte del pasado siglo, viajara hasta nuestro pueblo.
Así, la directora del centro, acompañada por el claustro de profesores y el concejal de educación, Héctor Tarín, agradeció esta deferencia de los familiares que se desplazaron hasta aquí y les hizo entrega de varias bolsas y material divulgativo del CIT, dedicado a nuestro rito más emblemático, santo y seña de nuestra población. Un agradecimiento que fue correspondido por el portavoz de la familia Manuel Frouchtman Corachán, mostrando su satisfacción por el caluroso recibimiento dispensado.
Así mismo, Sancho destacó la gran importancia de este cirujano y el amor que profesaba a su pueblo, así como el orgullo y el honor para toda la comunidad educativa de recibir esta donación para el centro. Igualmente recordó el nombramiento de Corachán, en 1932, como “Hijo predilecto” de la Villa que, además, le dedicó una calle; y como, un año después, Valencia le reconocía como “Hijo adoptivo”.
Habría que recordar, en este punto, que el doctor fue premiado con la cruz de la Orden de la República en 1935 un galardón que se le entregó en Chiva, su pueblo natal, por su expreso deseo; igualmente que también lleva su nombre una plaza de Barcelona, ciudad donde se formó y desarrollo su vida profesional. En Cataluña, además, ejerció como Consejero de Sanidad de la Generalitat, como catedrático de patología quirúrgica de la Universidad de Barcelona (también unos años de la de Caracas), y como presidente de la Academia de Ciencias Médicas de Cataluña y Baleares. Allí vivió largos años y fundó su afamada clínica, siendo la sede de la Fundación Corachán, una institución sin ánimo de lucro que promueve la formación especializada de profesionales sanitarios y desarrolla acciones de salud orientadas a la adquisición de hábitos saludables.
Precisamente, el Centro de Estudios Chivanos (CECH), recientemente, ha contactado con esta entidad para homenajear al doctor, coincidiendo con el centenario de la fundación de este complejo sanitario, que es uno de los centros privados mejor valorados del país; también por el 130 aniversario de su nacimiento. Además ha publicado diferentes artículos destacando la relevancia del Dr. Manuel Corachán García (1881-1942), padre de la cirugía moderna en España y prolífico docente; también sobre su hijo Manuel Corachán Llort. Así mismo, ha encontrado, en su tarea investigadora, algunos documentos históricos que hacen a sus ancestros que se dedicaron al oficio de barbero que, por cierto, como sabemos, llevaba aparejado, antiguamente, la práctica de algunas cirugías; además, ha adquirido para el municipio la mayoría de sus obras sobre técnica quirúrgica y ha manifestado su intención de publicar algún libro sobre este reconocidísimo e ilustre chivano.
Todos estos actos, como el que se vivió en el colegio, tras la iniciativa de sus nietos, desde luego, sirven para honrar su memoria y afianzar el vínculo que nuestro médico siempre quiso mantener con su pueblo, de ahí la satisfacción del CIT, por participar en esta tarea, aunque sea modestamente.
CIT.
Los nietos del Dr. Corachán en el acto de la entrega del cuadro con su imagen al centro.