En un artículo del libro Hilos que tejen una tradición, que publicamos desde el Centro de Interpretación del Torico(CIT), el pasado agosto, hablábamos, entre otros, sobre la evolución y la especial significación de dos elementos emblemáticos de la indumentaria festiva de las clavarias de la Virgen de la Asunción: la borla y el abanico.
Entre otras piezas, mencionábamos el singular abanico de las festeras de 1948, aunque no aparecen (debido a la limitación de espacio) imágenes de éste con detalle. Así que, para completar la información queremos mostrarlo ahora en nuestro blog; en concreto el que perteneció a María Bernat.
En él, aparecen dibujados en la escena central, variosmozos; uno entrando con la cuerda a la casa para atarla a la falleba y otros corriendo junto al astado, engalanado con una vistosa badana. A ambos lados de esta estampa, está pintada la bandera nacional y en su interior aparece escrito, en uno de los lados, el lema “Chiva. Fiesta de San Roque. 1948”; en el otro, las iniciales de la clavaria. Además, la pintura aparece firmada por Francisco Vidal.
Así mismo, aprovechamos para mostrar en la imagen la singular borla que lucieron en su pecho las clavarias que aparecen en una de las fotografías que abren la publicación y que también exhibimos en un artículo del pasado mes de julio. Una instantánea, el día de las “grupas”, donde aparecen las ocho festeras de ese año: Concha Carrión, Carmen Cambra, Teresa Higón, Josefina Máñez, Obdulia Mateu, María Ferrer, Remedios Higón y la citada María Bernad.
Esta borla, como vemos, ya confeccionada por la familia de Leopoldo López, el “Correcher”, es de tamaño más pequeño y más sencilla que las actuales y formaba parte de las ocho que colgaban de la badana de lujo del tótem; esas que simbolizan el afecto entre las parejas de clavarios, el amor de todo un pueblo a un rito de cortejo ancestral.
JCM
Centro de Interpretación del Torico (CIT)
