En artículos anteriores hacíamos alusión a algunas de las escasas ocasiones en las que no hubo carreras del Torico, bien por alguna prohibición o bien por algún episodio desgraciado, como ocurrió el pasado año y podría ocurrir éste. Esta vez vamos a destacar otra curiosidad pero en sentido opuesto; cuando el rito que históricamente se ha celebrado en agosto, como festejo de cosecha, se disfrutó en otra fecha que no es habitual.
Efectivamente, esto ocurrió en diciembre de 1984, y fue debido a que se programó una Semana Cultural (antecedente de los actuales Premios Otoño), en esta ocasión dedicada a “El Toro”. Esta V edición, se desarrolló entre el 1 y el 9 de diciembre y, además de esta carrera especial, hubo concursos de pintura, dibujo, fotografía y literatura (verso y prosa); todos, por supuesto con la misma temática taurina. Entonces el concejal de cultura era Benito Muñoz, el mismo que en 1987, puso en marcha el Plan Chiva Viva.
Resulta curioso ver fotografías de este extraordinario acontecimiento, con los corredores con prendas otoñales. Desde luego, los que lo vivimos lo rememoramos de forma especial. En concreto, en mi caso, con quince años, recuerdo que coincidió, al ser domingo, con un partido de infantiles o juveniles del C.F. Chiva y que la mayoría acudimos a la convocatoria algo tarde y algo cansados, tras correr el torico por gran parte de la población (algunos, por supuesto, ni acudieron…).
Así mismo, nos comentan, pues no lo recordábamos, que también se desarrollaron carreras por la tarde, prolongándose hasta que anocheció. De esta forma se ponían en solfa dos refranes que aluden al mes en que se celebró el festejo: “amanecer y anochecer, en diciembre son casi a la vez” y “en diciembre, no hay valiente que no tiemble”.
Desde luego, como profetizó Orwell, 1984, fue en Chiva un año distópico y tuvimos la suerte de tener una dosis extra de nuestro rito más querido. Fue una época futurista en la que Milan Kundera editaba: La insoportable levedad del sery el movimiento contracultural daba sus últimos coletazos. El periodo en el que se estrenarían películas como Dune, Gremlins, The Terminator o la primera de Freddy Krueger; en el que se difundió el Macintosh 128K y en Valencia se anunciaba la primera Facultad de Informática de España; mientras que las Cortes declaran Himno Oficial de la Comunidad Valenciana al de Thous y Serrano. Fue una añada surrealista o de ficción en el que se estrenaron películas tan dispares como Amadeus, Los cazafantasmas, Érase una vez América, Superdetective en Hollywood o la primera de Indina Jones; mientras que España ganaba 12-1 a Malta.
También para algunos de nosotros, esta época gamberra, de la movida, fue una ficción o una fábula en la que se funda un grupo como El último de la fila, cuando The Smiths saca su primer disco o U2 nos deleita con The unforgettable fire, Dire Straits con Alchemy, Joaquín Sabina con la Ruleta rusa, The blue nile con A Walk Across the Rooftops, Simple Minds con Sparkle in the Rain o La Unión con Mil siluetas. El año del Shout de Tears for fears, el de Una décima de segundo de Nacha pop o la Escuela de calor de Radio Futura…
Por otra parte, y volviendo al Torico, que siempre ha marcado el ritmo de nuestra memoria, también tenemos noticias de que en alguna otra ocasión. muy puntual, cambiara de acorde y se celebrara fuera de agosto, pero de esto hablaremos próximamente. Solo adelantar que la excusa para disfrutar de nuestra fiesta sin apurar la espera (siempre fundamental), no fue un evento de carácter eminentemente cultural, como en esta ocasión.
JCM
Centro de Interpretación del Torico (CIT)
Torico en diciembre. 1984.
Portada catálogo V Semana Cultural. 1984. Archivo Carlos García Higón.
Portada del programa de Fiestas de 1984.